¿Por qué estudiar Formación Profesional en una universidad?
En los últimos años, la Formación Profesional se ha consolidado como una opción académica estratégica para quienes buscan una preparación técnica, orientada a la empleabilidad y adaptada a las demandas del mercado.
Un reciente estudio elaborado por la Cámara de Comercio de Madrid destaca cómo los titulados en FP presentan tasas de empleo superiores a la media, llegando hasta el 73% en los ciclos de grado medio y hasta el 82% en los de grado superior.
Esto ha provocado que el número de estudiantes matriculados en Formación Profesional haya aumentado de manera significativa, registrando un crecimiento del 35,3% en los últimos cinco años. Este mismo informe muestra cómo durante el curso 2023-2024, se alcanzaron un total de 1.132.364 matriculaciones, lo que representa un incremento del 4,9% en comparación con el año anterior. Dentro de este crecimiento, los grados superiores han sido los más destacados, con un aumento del 5,3%, llegando a un total de 589.461 estudiantes.
Este auge en la demanda de Formación Profesional ha venido acompañado por una expansión significativa de los centros que imparten este tipo de enseñanzas. De hecho, cada vez son más las universidades que apuestan por integrar ciclos formativos en su oferta, conscientes de su valor estratégico.
¿Pero qué ventajas tiene el estudiar un grado de formación profesional en una universidad? ¿En qué se diferencia esta experiencia formativa respecto a otros centros? Más allá del currículo oficial, cursar FP en el entorno universitario ofrece una serie de ventajas que marcan una diferencia significativa en la preparación y proyección del estudiante.
1. Acceso a recursos y entornos formativos de nivel superior
Cursar un Ciclo Formativo en una universidad permite al estudiante formarse en instalaciones tecnológicamente avanzadas, con acceso a laboratorios, equipos profesionales y herramientas de la máxima calidad.
Las instalaciones de UDIT Formación Profesional Superior se encuentran en el Campus de Tecnología, Innovación y Ciencias Aplicadas de UDIT, un edificio de más de 7.000 metros cuadrados donde convergen la creatividad, la tecnología y la colaboración.
Equipado con aulas tecnificadas de nueva generación, el Campus se ha diseñado para ser un punto de encuentro clave en la comunidad tecnológica y científica, de modo que también acoge hackathones, congresos y jornadas de divulgación.
2. Mayor cercanía con la industria y el mercado laboral
Las universidades con un modelo educativo vinculado a la realidad profesional destacan por su relación directa con el tejido empresarial.
Esta conexión se refleja en oportunidades de prácticas de calidad, proyectos desarrollados junto a compañías de una amplia variedad de sectores y una actualización constante de los programas formativos para responder a las demandas reales del mercado. Gracias a ello, los estudiantes encuentran un acceso al mundo laboral más ágil, directo y alineado con las necesidades de la industria.
En el caso de UDIT esto se refleja en más de 2.400 convenios de colaboración con empresas de todo tipo.
3. Claustro docente con perfil mixto: académico y profesional
En muchos entornos universitarios, el profesorado combina la experiencia docente con una trayectoria sólida en el mundo profesional, lo que garantiza una formación equilibrada entre el rigor académico y la realidad del mercado.
Esta doble perspectiva permite trasladar al aula no solo el conocimiento teórico necesario, sino también una visión práctica y actualizada, enriquecida con casos reales, proyectos en curso y el contacto directo con la industria.
En UDIT, más del 85 % del profesorado está vinculado activamente a la industria creativa y tecnológica, lo que facilita que los estudiantes se familiaricen con tendencias emergentes, metodologías actuales y el trabajo por proyectos.
4. Continuidad académica
Estudiar FP en una universidad facilita la transición natural a estudios superiores.
En este sentido, los estudiantes que lo deseen habitualmente tienen la posibilidad de acceder a un grado universitario en la misma institución, atesorando además un conocimiento previo del campus, el modelo formativo y la comunidad universitaria en la que han desarrollado su ciclo.
En UDIT, esta continuidad permite diseñar trayectorias profesionales personalizadas, combinando titulaciones para alcanzar perfiles altamente especializados.
5. Garantía de calidad
Estudiar Formación Profesional en el entorno universitario supone contar con estándares de calidad académica más exigentes, procesos de evaluación rigurosos y una supervisión institucional que asegura la coherencia, actualidad y eficacia de los contenidos impartidos.
En UDIT, la garantía académica se traduce en un seguimiento personalizado del estudiante, planes de mejora continua y una coordinación pedagógica alineada con los valores de excelencia e innovación que caracterizan a la Universidad. Además, el diseño curricular de los ciclos formativos está integrado en una estrategia global de formación que conecta transversalmente con el resto de titulaciones universitarias, asegurando coherencia y proyección de futuro.
6. Un entorno universitario, desde el primer día
Finalmente, cursar FP en una universidad brinda al estudiante la posibilidad de integrarse en el ecosistema universitario desde el primer día. Esto implica acceder a servicios comunes como bibliotecas, laboratorios especializados o recursos digitales de última generación, así como participar en eventos académicos y culturales que enriquecen la experiencia formativa.
Del mismo modo, el alumnado puede involucrarse en actividades extracurriculares, asociaciones estudiantiles, conferencias, talleres o jornadas con empresas, lo que multiplica sus oportunidades de aprendizaje y de creación de una red de contactos profesionales.